Saltar al contenido
Inicio | Pruebas diagnósticas | Electromiograma
Electromiograma

¿En qué consiste?

La electromiografía convencional se realiza insertando una aguja bipolar concéntrica desechable (hilo de acero expuesto en la punta que funciona como ánodo, recubierto por cánula que funciona como cátodo) que se inserta en el músculo a través de la piel y valora la actividad eléctrica con el músculo en reposo, contracción leve y máximo esfuerzo. Abarca un radio de 1-2,5 mm y permite, como técnica aislada o en combinación con neurografía, diferenciar lesiones musculares neurógenas o miopáticas, radiculopatías vs plexopatías, caracterización de polineuropatías, multineuritis, detección y localización lesional de mononeuropatías, entre otros.

 

La electromiografía de fibra aislada se realiza con una aguja estéril con un cabezal múltiple que abarca un radio menor de 300 micras, una estructura ingenieril compleja que sirve para la detección de potenciales de dos fibras musculares pertenecientes a una misma unidad motora, valorando el “jitter” o diferencial de variación entre la activación de una fibra respecto a la otra.

Diseño sin título (38)
CASOS EN LOS QUE SE RECOMIENDA

¿A quién va dirigida?

El médico podría solicitar una electromiografía si tienes signos o síntomas que podrían indicar un trastorno nervioso o muscular. Estos síntomas pueden incluir los siguientes: hormigueo, entumecimiento, debilidad muscular, dolor o calambre muscular o ciertos tipos de dolor en las extremidades

 

Con frecuencia, los resultados de la electromiografía son necesarios para ayudar a diagnosticar o descartar ciertas enfermedades, como las siguientes:

  • Trastornos musculares, como distrofia muscular o polimiositis.
  • Enfermedades que afectan la conexión entre el nervio y el músculo, como la miastenia gravis.
  • Trastornos de los nervios que se encuentran fuera de la médula espinal (nervios periféricos), como síndrome del túnel carpiano o neuropatías periféricas.
  • Trastornos que afectan las neuronas motoras del cerebro o la médula espinal, como esclerosis lateral amiotrófica o poliomielitis.
  • Trastornos que afectan la raíz del nervio, como una hernia de disco en la columna vertebral.
Diseño sin título (40)
INSTRUCCIONES

¿Cómo debes prepararte?

No es necesaria una preparación previa.

Diseño sin título (42)

LOS ESPECIALISTAS QUE TE ATENDERÁN EN PARACELSO SAGASTA

Un equipo de profesionales que cuidan de ti