La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte a nivel mundial. Concretamente, en España se producen más de 50.000 casos de infarto de miocardio al año, lo que la convierte en la patología cardíaca más prevalente en la actualidad.
El infarto de miocardio es una patología que afecta a hombres y a mujeres, pero los síntomas difieren. Según la Sociedad Española de Cardiología, ser mujer aumenta un 18 % el riesgo de morir por infarto agudo de miocardio, debido, entre múltiples factores, a que las mujeres suelen consultar con mayor retraso y tardan más en ser diagnosticadas.
En el marco del Día Mundial del Corazón, celebrado cada 29 de septiembre, hablaremos sobre qué es el infarto de corazón, por qué se produce y algunas de las claves para tratar de prevenirlo.
¿Qué es el infarto de miocardio?
La palabra ‘infarto’ hace referencia a la muerte de un tejido o un órgano de nuestro cuerpo. Por ello, el término ‘infarto de miocardio’ hace referencia a la muerte de una parte del corazón.
La causa más común de infarto de miocardio es la ausencia de riego sanguíneo al músculo cardíaco. Esto se produce debido a la obstrucción de algunas de las arterias coronarias responsables de irrigar al músculo cardíaco. Por lo general, la obstrucción se debe a una acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias en el interior de las arterias coronarias. Estos depósitos de grasa se denominan placas y el proceso de acumulación de placas se conoce como ateroesclerosis.
Cuando una de las placas que recubre las arterias se rompe, ocasiona la formación de un coágulo de sangre que interrumpe el riego sanguíneo a través de la arteria, dando lugar a un infarto de miocardio o ataque cardíaco.
¿Quién tiene riesgo de sufrir un infarto de miocardio?
Existen algunos riesgos conocidos como “no modificables”, es decir, contra los que ni el paciente ni los médicos pueden hacer nada.
- Antecedentes familiares de accidentes cardiovasculares.
- Tener una enfermedad crónica, como arritmias.
- Sexo: son más comunes en los hombres.
- Edad: a mayor edad, mayor probabilidad de sufrir un infarto.
- Pero, por suerte, existen otros “modificables” que podemos abordar para minimizar los riesgos de tener un infarto.
- Tabaquismo: Aunque dejar de fumar es una recomendación médica en todos los casos, en mayor medida cuando ya existen otros riesgos de padecer un infarto. Y es que, los efectos nocivos del tabaco provocan que las arterias se deterioren.
- Problemas metabólicos: Como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial o el colesterol. Controlarlos adecuadamente reduce las posibilidades de sufrir un infarto.
- Sedentarismo: Dentro de las posibilidades de cada persona, es recomendable realizar ejercicio y mantener una vida activa. El sedentarismo es un gran aliado de las enfermedades cardiovasculares junto al tabaco o una mala alimentación.
- Dieta poco saludable: Hay que evitar el exceso de grasas saturadas en nuestra dieta (carnes rojas, mantequilla, manteca de cerdo, aceite de palma, lácteos y sus derivados…) y, sobre todo, de grasas trans, presentes en buena parte de la comida ultraprocesada y la bollería industrial. Una buena forma de mantener a raya el colesterol es seguir una dieta mediterránea.
Síntomas del infarto de miocardio
Los síntomas del infarto agudo de miocardio y la percepción de estos se presentan de diferente modo dependiendo del sexo de la persona que lo sufra. En la mayoría de las ocasiones no se presentan todos los síntomas, sino una combinación variable de algunos de ellos:
- Dolor tipo peso en el esternón (pecho). Como destaca la Fundación Corazón, este dolor no se modifica con los movimientos ni con la respiración. Suele ser bastante intenso y puede irradiar hacia mandíbula, cuello y espalda, brazo izquierdo, y en algunos casos, brazo derecho. En ocasiones, el sudor frío y el mareo van asociados.
- Otras veces los síntomas tienen que ver con dolor en la parte alta del abdomen, dificultad para respirar, ganas de vomitar y pérdida de conocimiento.
¿En qué consiste la prevención del infarto de miocardio?
El 90 % de los infartos se pueden prevenir siguiendo unos hábitos de vida saludables y controlando los factores “modificables” citados anteriormente. Estas medidas inciden directamente en otros factores de riesgo cardiovascular, como lo son la reducción de la hipertensión arterial, el colesterol, los triglicéridos y la diabetes, entre otros.
Por otro lado, y a nivel clínico, la mayor aportación en la prevención del infarto del miocardio es la realización de un TAC Coronario, una prueba para evaluar las arterias coronarias que permiten prever si el paciente tiene riesgo de sufrir un infarto de miocardio en los próximos 3-5 años. La realización de esta prueba diagnóstica debe estar sujeta a la recomendación y previa valoración del paciente por parte de un médico internista o cardiólogo clínico.
Descubre aquí más sobre la prueba del TAC Coronario
El equipo médico de Paracelso Sagasta, en Zaragoza, recomienda realizar un chequeo cardiológico a partir de los 40 años para poder detectar de forma precoz factores de riesgo y cualquier anomalía del corazón. Pide tu cita aquí para que el cardiólogo te recomiende una de nuestras revisiones cardiológicas, en función de tu edad y de tus condiciones.